¡Vamos a Celebrar Independencia!

por Michelle Poff, PhD

Como seres humanos en nuestro paso por la Tierra estamos acostumbrados a unir fuerzas para celebrar la libertad de una nación de cualesquiera fuerzas opresoras. ¡Viva nuestro país! Dediquemos también un momento a destacar la independencia personal. Después de todo, sabemos que no podemos prosperar bajo el yugo de alguien. ¿No es por eso que la independencia nacional es tan importante? La libertad de tomar nuestras propias decisiones y dirigir nuestra propia vida es fundamental para la felicidad y la plenitud. Sin este poder de elegir cómo vivimos, la vida se convierte en una lista interminable de obligaciones opresivas, sin oportunidades. Con la libertad, tenemos un espacio para la alegría, el propósito y la autorrealización.

Libre albedrío

Somos adultos que vivimos en una sociedad libre. ¡Podemos hacer lo que queramos! La capacidad interna de decidir por uno mismo es lo que impulsa todo logro significativo. Con el ejercicio del libre albedrío, somos dueños de nuestros éxitos y aprendemos de nuestros fracasos. Este sentido de propiedad sobre nuestras propias vidas está profundamente conectado con la autoestima. La plenitud proviene de moldear activamente nuestras vidas y decisiones de acuerdo con nuestros sueños y aspiraciones personales.

Libertad de Elección

Como parte del libre albedrío, podemos elegir. Podemos vivir nuestras vidas de acuerdo con nuestros valores personales. Con la libertad de elegir nuestras relaciones personales, trabajo, estilo de vida, aficiones e intereses, tenemos la oportunidad de vivir en sintonía con nuestro yo auténtico. Cuando carecemos de esta libertad, vivimos según el modelo de otra persona, lo que nos lleva a la insatisfacción, el resentimiento y, probablemente, a cosas mucho peores. Pensemos en la experiencia de la esclavitud por un segundo. La plenitud vital exige que cada uno tenga el derecho y la responsabilidad de trazar su propio rumbo. Las personas prosperamos cuando tenemos la libertad de explorar diferentes caminos, asumir riesgos y adaptarnos a las circunstancias cambiantes. Restringir las opciones de los demás frena este crecimiento, creando vidas más limitadas y menos satisfactorias.

La felicidad requiere autodeterminación. La autonomía es uno de los elementos básicos para la felicidad y el bienestar humanos. La libertad de tomar nuestras propias decisiones sobre qué hacer, cómo, con quién y cuándo, está vinculada a una mayor motivación, una mejor salud emocional y una mayor resiliencia. Las personas adquirimos un mayor sentido de propósito cuando podemos controlar plenamente nuestras vidas. Sin estas libertades, la vida y el éxito se sienten vacíos porque no nos pertenecen.

Pérdida de libertad por manipulación emocional

Todos tenemos estas libertades de elección y lo sabemos. Sin embargo, en el contexto de las relaciones, las personas a menudo optan por suprimir las libertades de los demás por diversas razones, generalmente la baja autoestima y la falta de salud mental. Las tácticas de manipulación emocional, como la culpa, el miedo, la ira, las lágrimas, la inculpación, los insultos y las agresiones, los halagos u otras presiones para influir en las decisiones de los demás, minan gravemente la libertad personal. El manipulador toma el control sin aparentarlo, lo que resulta en una pérdida de autonomía que puede ser profundamente perjudicial.

La manipulación emocional funciona provocando sentimientos, sin apelar a la lógica ni a la razón, para que la víctima se comporte como desea. Pueden hacer que la víctima se sienta culpable o simplemente mal por tener o querer afirmar sus propias necesidades, o generar miedo a decepcionar al manipulador, lo que puede provocar una ira violenta. Con el tiempo, esto hace que la persona manipulada desconfíe de su propio juicio, de sus propios instintos y se someta a las preferencias del manipulador para tomar sus propias decisiones. ¿Puedes ver cómo esto le quita la libertad de elegir e incluso el libre albedrío? Sí, la libertad de elegir y el libre albedrío técnicamente siguen ahí, pero no es genial cuando nuestra "libertad" de elegir solo nos da una opción posible para vivir una vida en paz. Es como la "elección" entre "hacer esto o morir". Es la opresión apenas disimulada en su máxima expresión.

La erosión de la independencia a través de la manipulación emocional ocurre gradualmente. Al principio, la persona manipulada puede preferir "mantener la paz" o "ser considerada con las necesidades y deseos de la otra persona". No queremos molestarla, así que hacemos lo que quiere que hagamos. Lo que no vemos es que cada concesión socava nuestra capacidad de tomar decisiones por nosotros mismos. Con el tiempo, perdemos de vista lo que realmente queremos frente a lo que nos han condicionado a creer que queremos, tal como le resulta cómodo a la otra persona. Este tipo de pérdida de libertad personal es particularmente insidiosa porque no deja huellas externas. Nadie puede verla. Pero sus efectos pueden ser profundamente dañinos y francamente mortales. Con el tiempo, la obediencia forzada causará estragos en la esencia misma de la identidad de una persona. Reconocer estas tácticas y establecer límites contra ellas es esencial para proteger y preservar nuestra propia independencia. No estamos aquí para satisfacer las necesidades de los demás ni para que se sientan bien consigo mismos. Ese es su trabajo. Muchos lo harán nuestro si se lo permitimos.

La verdadera libertad personal reside en libertades externas, sí, pero también reside en la capacidad interna de pensar, sentir y elegir. Esto sin que nadie nos presione para que vivamos de otra manera.

Así que, en estos tiempos en que la independencia es fundamental, consideremos también la independencia personal más profunda: lo que la libertad de elegir y el libre albedrío realmente significan para nosotros como individuos. Y protejamos y preservemos nuestras libertades e independencia personales, incluso hasta de quienes nos rodean. Todos sabemos que la independencia es fundamental para el bienestar; por eso celebramos la independencia a nivel nacional cada año. Miremos también hacia nuestro interior. Cuando sientas que tu corazón o tus entrañas se ven obligados a satisfacer los deseos de alguien más, ¡cuidado! Este es el lodo de las arenas movedizas. Ceder aquí significa renunciar a tu libertad de elección, a tu libre albedrío y a tu propia independencia, y te costará caro.

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Michele Poff es escritora y editora profesional y reside en el Pacífico Central. Trabaja principalmente en el ámbito de la salud y el bienestar holísticos. Su programa, The Alignment Portal (www.thealignmentportal.com), fortalece a personas y organizaciones mediante ajustes internos saludables. Puede contactarla en michele@accomplishcomm.com.