Mangata Restaurant

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A year ago, the Mercadito Gastronomico opened its doors to grace our community with an innovative concept: big and small eateries, local craft shops, family play areas, live music, and our most beloved backdrop which is the spectacular ocean view of Manuel Antonio.

Nestled on the second floor is a fine restaurant called Mangata where you can find some of the best Peruvian food on the planet.

The decor is plain and understated; it’s really all about the food. The QR codes on the tables will connect you to a menu showing beautiful photos, but you can also ask for the ink-on-paper menus if you like a more traditional approach. The dishes and cocktails exactly match the photos.

The starters are absolutely irresistible and, dare I say, Michelin quality. The traditional ‘ceviche’ is ultra fresh with harmonious textures of crunchy plantains, soft sweet potato and ‘choclo’ corn. There are panko crusted seafood morsels contrasted with the citrusy ‘leche de tigre’ in the ‘carretillero’ or the ‘jalea de mariscos’.

The ‘causas’ are leveled up potato salads with just a little mayo and more of that essential ‘leche de tigre’ brought tableside. For a little Asian fusion, try a Nikkei tuna ceviche or a ‘tiradito’ which is a most delicious sashimi swimming in passion fruit topped with crispy fried onions.

For a little nod to Costa Rica, there is a favorite version which is called ‘caldosa’ literally meaning “brothy”. Think of a mashup between ceviche and frito pie where the chunks of fish are piled on top of corn chips and covered with a tangy mayonnaisy liquid. A little Mexican inspiration turns up in the tostadas, tacos, and burritos.

And if you are not a fan of raw fish, there are also plenty of choices like the yucca ‘al mojo’, the ‘aji de gallina’ with patacones, and the main courses such as arroz ‘chaufa’, ‘lomo saltado’. All are very flavorful and superbly presented.

We kicked off with passion fruit ‘pisco’ sours, sangrias, and a non-alcoholic delight called ‘chicha morada’ which is a pre-Hispanic deep purple corn beverage.

This restaurant is a journey through ethnicities and time travel. Every item on the menu is so vibrant and visually stunning that you’ll want to try everything. I recommend that you bring a few friends and take some leftovers home. The prices are in the middle range considering the high-quality experience that is delivered.

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Restaurante Mangata

Hace un año, el Mercadito Gastronómico abrió sus puertas para honrar a nuestra comunidad con un concepto innovador: restaurantes grandes y pequeños, tiendas de artesanías locales, áreas de juegos familiares, música en vivo y nuestro escenario favorito: la espectacular vista al mar de Manuel Antonio.

En el segundo piso se encuentra el elegante restaurante Mangata, donde podrá encontrar la mejor comida peruana del planeta.

La decoración es sencilla y sobria; la comida es lo principal. Los códigos QR en las mesas le llevarán a un menú con hermosas fotos, pero también puede solicitar los menús impresos si prefiere un toque más tradicional. Los platos y cócteles son exactamente iguales a las fotos.

Las entradas son absolutamente irresistibles y, me atrevería a decir, de calidad Michelin.

El ceviche tradicional es ultra fresco, con texturas armoniosas de plátanos crujientes, camote suave y choclo. Hay bocadillos de mariscos con costra de panko que contrastan con la cítrica leche de tigre del carretillero o la jalea de mariscos. Las ‘causas’ son ensaladas de papa con un toque de mayonesa y la imprescindible leche de tigre que se sirve en la mesa. Para una fusión asiática, pruebe un ceviche de atún Nikkei o un tiradito, un delicioso sashimi bañado en maracuyá y cubierto con cebolla frita crujiente.

Para un guiño a Costa Rica, existe una versión favorita llamada “caldosa”. Piense en una combinación entre ceviche y pastel frito, donde los trozos de pescado se apilan sobre totopos de maíz y se cubren con un líquido agridulce de mayonesa. También el toque de inspiración mexicana reflejado en las tostadas, tacos y burritos.

Y si no le gusta el pescado crudo, también hay muchas opciones como la yuca al mojo, el ají de gallina con patacones y platos fuertes como el arroz ‘chaufa’ y el lomo saltado. Todos son muy sabrosos y están magníficamente presentados.

Empezamos con pisco sours de maracuyá, sangrías y una delicia sin alcohol llamada chicha morada, una bebida prehispánica de maíz morado intenso.

Este restaurante es un viaje a través de las etnias y el tiempo. Cada plato del menú es tan vibrante y visualmente impactante que querrás probarlo todo. Te recomiendo que vengas con algunos amigos y te lleves a la casa lo que quede. Los precios están en un rango medio considerando la alta calidad de la experiencia que ofrece.