Alegria Sin Zapatos

Descalzo y saludable

Por Anna Lovelace

Para quienes viven lejos de la playa, caminar descalzo sobre la arena bañada por el sol en los trópicos es una de las fantasías que nos fortalece durante los fríos inviernos y las largas jornadas laborales. Ya sea parte de la rutina diaria o parte imprescindible de las  vacaciones, caminar descalzo sobre la arena es placentero y tiene una explicación científica. Caminar descalzo estimula las miles de terminaciones nerviosas de los pies y, a su vez, estos beneficios se transmiten por el cuerpo hasta el cerebro. Esta comunicación entre el pie y el cerebro ayuda a mejorar la plasticidad neuronal, manteniendo una conexión mente-cuerpo saludable. La sensación meditativa de la arena entre los dedos al caminar entre las olas del mar disipa la ansiedad y es suficiente para bajar la frecuencia cardíaca. Si estás en una playa salada, el agua también contiene una gran cantidad de minerales saludables como magnesio, potasio y yodo, muchos de los cuales se utilizan en productos tópicos antienvejecimiento. Pero, ¿podría haber algo más profundo en las largas caminatas por la playa? ¿Qué se esconde tras las huellas dejadas en la arena?

Toma de Tierra

“Grounding” o “earthing” es comprender que el contacto directo con la superficie terrestre tiene importantes beneficios para la salud. La ciencia es simple. La vida, tal como la conocemos, funciona con electricidad. Nuestra atmósfera metaboliza las corrientes eléctricas recibidas del sol, convirtiéndolas en energía utilizable. Nuestro propio latido cardíaco es el intercambio rítmico de impulsos eléctricos, y las células que componen nuestro organismo utilizan señales iónicas para comunicarse y funcionar. Todo este exceso de energía que circula por nuestro cuerpo a diario sale de nuestro sistema a través de los pies, donde es absorbido por la tierra.

¿Pero qué pasa si nuestros piesj descalzos no están en contacto directamemnte con la tierra?

The Earthing Movie es un documental gratuito en YouTube que revela el fenómeno científico de cómo conectar los pies descalzos con el plano terrestre puede sanar y regular nuestros cuerpos. Clint Ober, uno de los líderes del movimiento grounding, hace una contundente afirmación en el documental: "Quítate los zapatos, podrían enfermarte". A diferencia de la vestimenta moderna, ir descalzo solía ser la norma. Ahora redescubrimos que no solo es un regreso a nuestro estado más natural, sino que el contacto directo con el suelo también ayuda a mantener el equilibrio corporal. Como sociedad, hemos recurrido a este conocimiento del grounding debido al aumento de enfermedades inflamatorias. El grounding ha demostrado ser un tratamiento potente y no invasivo para reducir la inflamación.

¿Por qué estamos tan inflamados?

Pero esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué estamos tan inflamados?

Parte de la respuesta se remonta a la década de 1960, cuando la industria del calzado descubrió un sustituto sintético del cuero que permitió la producción rápida y masiva de calzado. Si bien esto fue una buena noticia para las empresas del calzado, el coste para el consumidor fue imprevisto. Estos nuevos materiales actúan como aislantes, bloqueando la capacidad de las partículas con carga eléctrica para salir del cuerpo.

Para colmo, la actual era de la información ha intensificado el uso y la producción de computadoras y teléfonos celulares, que dependen de campos electromagnéticos y los liberan como subproducto de su uso. Estos campos electromagnéticos pueden ser absorbidos por nuestro cuerpo, provocando síntomas como fatiga, dolor de cabeza, disminución de la capacidad de aprendizaje y, como ya habrás adivinado, inflamación. Así que no solo hemos bloqueado el proceso natural de nuestro sistema para liberar el exceso de iones, sino que hemos amplificado la electricidad que experimentamos a diario. Hemos creado la tormenta eléctrica perfecta dentro de nuestros propios cuerpos.

Si bien tener una sola causa culpable de todos nuestros problemas puede sentirse mejor, no seríamos los seres inteligentes que decimos ser si atribuyéramos nuestras 

enfermedades a un par de suelas de goma falsas. Más bien, esta situación actual de caminar por la superficie terrestre mientras permanecemos completamente desconectados de la Tierra misma puede ser una llamada de atención. Un recordatorio de nuestra humanidad. Una comprensión de que, por mucho que revolucionemos y digitalicemos la experiencia humana, seguimos siendo de carne y hueso. Un recuerdo de lo natural y un regreso a lo simple. Y todo puede comenzar quitándonos los zapatos y poniendo los dedos de los pies en la tierra.

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Anna Lovelace es escritora, masajista y fotógrafa en la zona de Manuel Antonio. Escribe cuentos de ciencia ficción, artículos sobre bienestar y despertar, y poesía. Puedes encontrar sus escritos suscribiéndote a su blog, Thoughts on Being, en Substacks.

Sus prácticas de bienestar y eventos comunitarios se publican en Instagram, @wellness.ma.